En sus riberas aparecen poco a poco los restos de viejos molinos que el caminante puede contemplar.
Detenerse, sin prisa, imaginar el funcionamiento de aquellas pesadas piedras circulares girando sin parar mientras molineros y lugareños se contaban viejas historias.....
ese rayito colándose por el medio del bosque es fantástico, me gusta
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